martes, 16 de octubre de 2007

y cuanto más y cuanto más seguro es lo que me falta...

Todos los días empiezo con una mentira; tomo leche. Pienso mientras me tomo los cereales, helados, como todas estas mañanas que me tienen aburrida. Despierto aburrida y me aburre más pensar en lo que viene cuando me ponga mis audifonos y cante la canción mañanera de turno.
Todos los días me levanto con el pie izquierdo; al lado derecho tengo la pared.
Me cansé de los días de sol con un poco de nubosidad, de estar enferma, de que no haya remedio que me haga efecto, de que sea martes y yo me sienta como lunes.
Mañana diré renuncio.
Mañana diré renuncio y me iré a la peluquería. Si la peluquería o que sé yo, para mirarme desde afuera y disfrutar de ese segundo que compensa el resto de los minutos en los que me pregunto si realmente esta soy yo. A veces me quedo callada más de lo que quisiera/debiera, en realidad no hablo mucho. Siempre guardo algo. Lo guardo con la tonta esperanza de quedarme siempre con la última palabra. Con la secreta certeza de que mi intuición nunca me engaña.
Y si, soy una amante de la causas perdidas...

banda sonora: a veces - sonica
locación: si hay algo que deseo en este momento es salir corriendo de mi casa con el sol encima y tirarme en el pasto a reirme de la vida;tener tiempo suficiente para reirme a carcajadas de la vida, ahogarme en un litro de mango sour y quedar con los dedos pegoteados de grasa de pizza y la boca manchada de helado de chocolate y un par de cosas que desearé en silencio.

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