viernes, 1 de agosto de 2008

como todo el mundo tengo momentos en los que la cosa no se da con ciertas personas. i no me refiero a nada ultra personal, como una relación amorosa, sino a esas relaciones con gente que vemos día a día o de vez en cuando. todo está bien hasta que se asoma esa sensación de que algo no está bien. algunos lo miden con las miradas que les llegan, con los silencios incómodos, con esos comentarios medios pesados que algo esconden... En fin, hay tantas señales.

Lo admito: me cuesta manejar momentos difíciles. por lo general estoy en buenos términos con la gente que conozco, así que cuando comienzo a escuchar ese "oh-oh..." que señala que algo cambió me empiezo a poner nerviosa. ni tan nerviosa, pero sí tensa. Incómoda. Me siento impotente porque no quiero estar en mala con nadie, por muy utópico que suene. Pero hay un factor que tengo en común con todas esas personas i que se ha mantenido con los años, i es cuando ese factor está ausente que comienzan a sonar las alarmas en mi cabeza.
...odio la gente que alumbra, que realmente es una persona pero en publico es otra, esas que no dicen las cosas a la cara, esas que se juran bacanes pero son como la mierda, esa misma gente en realidad me importa un coco... igual nadie me conoce realmente NADIE!

No hay comentarios: