nada
kuek!
Sin embargo hoy, pienso en el pololo. En tener pololo. En pololear. Y no es porque tenga ganas de emparejarme ni nada. Pienso en el fenómeno “pololeo”. En la institución. La creación humana que empareja a la gente desde que las hormonas comienzan a zapatear y las mantiene así, hasta que la vida solo se hace casi insostenible.
Fenómeno, sin duda. Si no, ¿cómo se explica que al mundo lleguemos solos (gemelos/mellizos, se excluyen) y luego se goce-sufra buscando alguien con quien estar?
El pololeo se vuelve normal, aceptado. Se institucionaliza y como tal, cuenta con reglas, límites y objetivos. Pololear no es “arrejuntarse” no más. Ni caminar de la mano repitiéndose mutuamente chistes fomes o saltando mientras se camina por la cuneta.
Pololear es proyectarse. Insertarse en la “zoociedad”. Y con el tema de la sobrexposición homosexual, pobre del que no tenga pololo a cierta edad. Los cabros son tildaos´ de “fletos” y las chiquillas de “tortilleras”. Eso cuando no se es –de frentón-“pesada” o “muy exigente”.
Claro, si la soledad por gusto no es aceptada. Y me gustaría saber el porqué.
banda sonora: read my mind - the killers
locación: ¿oye manuel te vacunaste?
- no loco, no te estoy ni ahí
- teni que vecunarte aweonao sino tu hijo va a salir con deformaciones!
- ahh y ke tiene, no me importa loco!
..
a eso me refiero cuando hablo de '' zoociedad''
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